VINCULAN A 40 EN COMPRA DE AERONAVES

 

Incluye denuncia de hechos presentada a PGR al ex comisionado de la PFP Wilfrido Robledo, al actual director general de la Policía Judicial Federal, Genaro García Luna, y al ex oficial mayor de Gobernación Gerardo Cajiga

 

Unos 40 funcionarios de la Secretaría de Gobernación y de la Policía Federal Preventiva (PFP) son presuntos involucrados en las irregularidades que se cometieron al adquirir sin licitación previa 12 aeronaves, en su mayoría usadas, para el combate contra el narcotráfico.

 

El director general adjunto para Asuntos Penales de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, Ignacio Fuentes Rubio, explicó que en la denuncia de hechos presentada ante la Procuraduría General de la República (PGR), se mencionan por su nombre a los 40 funcionarios, entre otros el ex comisionado de la PFP, Wilfrido Robledo; el ex director de Inteligencia de la PFP, Genaro García Luna, actual director general de la Policía Judicial Federal de la PGR, y el ex oficial mayor de la Secretaría de Gobernación, Gerardo Cajiga Estrada. Este último firmó la entrega del dinero para la compra de las aeronaves y por ello Gobernación debió verificar que el procedimiento fuera lícito.

 

Entrevistado telefónicamente, Cajiga Estrada rechazó tener alguna responsabilidad en esa compra de helicópteros y aviones, pues el presupuesto que entregó a la PFP como un órgano desconcentrado, fue autorizado por la Secretaría de Hacienda previo dictamen “y yo no participo en los dictámenes de asignación”.

 

Sorprendido por aparecer en la denuncia de hechos por compras gubernamentales irregulares, el ex oficial mayor de la Secretaría de Gobernación cuando Diódoro Carrasco era su titular, explicó que él nada tuvo que ver con este proceso de adquisición, pues sólo cumplió con el programa de inversiones de la PFP que le fue autorizado por Hacienda cuando estaba al frente el secretario José Ángel Gurría.

 

Según Cajiga Estrada se trata de una operación transparente y justificada, en donde la Secretaría de Hacienda ya conocía que se adquirían aeronaves nuevas y usadas “esto debe de quedar muy claro, nosotros no hicimos más que entregar los fondos ya asignados”.

 

El problema, identifica el ex funcionario de Gobernación, es un pleito entre empresas privadas, la estadounidense Bell Helicopter y la franco-alemana Eurocopter, que se disputan el mercado mexicano para vender al gobierno el mayor número de aeronaves.

 

Cajiga también identificó que el responsable de Auditoría Gubernamental en la Secodam, Roberto Muñoz Leos, hermano del director general de Pemex, fue asesor de Alejandro Gertz Manero, actual secretario de Seguridad Pública y quien ordenó la investigación en contra de la PFP por supuestos desfalcos y desvíos de recursos. Esto se entiende como un posible conflicto de interés de parte de los auditores de la Secodam.

 

El director general adjunto para Asuntos Penales de la Contraloría reconoció que en la auditoría practicada a dicho proceso de compra, no se encontraron desviaciones de recursos, es decir que la disposición de los 32 millones de dólares (casi 320 millones de pesos) que hizo la PFP para la compra de los nueve helicópteros y tres aviones, uno de ellos un Gruman II de superlujo y los otros dos un Falcon y un Caza, sí se utilizaron para el pago de las aeronaves.

 

A pesar de eso, dijo el funcionario de la Secodam, hay muchas irregularidades en el proceso, como el helicóptero que estaba embargado a la Eurocopter y a pesar de ello fue adquirido por la PFP, organismo que de acuerdo con las fechas de adquisición, financió a la empresa franco-alemana Eurocopter (la cual posee capital público del gobierno francés) para que ésta liquidara deudas y pudiera liberar la aeronave embargada.

 

Para Ignacio Fuentes Rubio la denuncia de hechos que presentó ante la PGR está bien sustentada; sin embargo, sólo corresponde a la auditoría aplicada por la Secodam al ejercicio del 2000 de la PFP, por lo que las aeronaves adquiridas durante 1999 mediante asignación directa quedaron fuera toda denuncia penal.

 

“A mí sólo me entregaron los informes de la auditoría practicada en el 2000 y desconozco si hubo otras adquisiciones en 1999, por lo tanto hasta ahora no hay denuncia al respecto”, comentó el director general adjunto de Asuntos Penales de la Secodam.

 

Durante las indagaciones de la Contraloría en ningún momento se siguió algún procedimiento administrativo de responsabilidades en contra de Wilfrido Robledo y su equipo, a fin de que pudieran explicar los motivos de esa adquisición que según el contralor Francisco Barrio fue apresurada y llena de irregularidades.

 

Es decir que los 40 funcionarios supuestamente involucrados nunca pudieron aclarar su participación ante la Contraloría, porque ésta jamás los citó para interrogarlos. Sobre este punto Fuentes Rubio dijo que no era su obligación entrevistarse con los funcionarios aludidos para que aclararan la compra de las aeronaves, pues ahora podrán defenderse ante la PGR y de ser consignados ante un juez federal.

 

Otras de las irregularidades descubiertas por la Secodam es que faltó un adecuado afianzamiento de los contratos para la venta de las aeronaves por parte de las empresas privadas, además de que se abandonaron normas que disponen las leyes para las compras gubernamentales.

 

También faltó una justificación para que los helicópteros y aviones se adquirieran sin licitación, como lo dispone el reglamento en la materia. De acuerdo con la auditoría, los nueve helicópteros costaron 17.5 millones de dólares y los tres aviones 14.5 millones.