Cargando la derrota
Es absurdo decir que el presidente Ernesto Zedillo es el gran demócrata del país, porque él perdió las elecciones del 2 de julio; obviamente, su gobierno llevó a la derrota al Partido Revolucionario Institucional, aseveró Manuel Bartlett Díaz. El senador priista, además, responsabilizó de la derrota histórica al ex candidato presidencial, Francisco Labastida Ochoa, a la campaña, a los coordinadores del partido y la percepción de que 70 años en el poder ya no eran soportables. Señaló que, como gobierno, el de Zedillo fue una administración con errores en la conducción, en donde hubo un empobrecimiento brutal de la población, creció la inseguridad pública y el pueblo tiene que pagar lo del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), entre otras muchas acciones en el sexenio.
Son muchos los factores que influyeron, abundó, pero no podemos decir que Zedillo es el gran ganador: es un perdedor y no puede ser considerado como el gran demócrata de México. Respecto de los tiempos por los que atraviesa el PRI, el también ex precandidato presidencial advirtió que ya no habrá un presidente imperial para coordinar a los priistas, la militancia exige que se abran las bases para elegir a quien debe dirigir el partido.
Fue entonces que se refirió a Roberto Madrazo y aunque no salió en su defensa, fue claro en señalar que está en su derecho de competir y nadie puede criticarlo por externar públicamente sus aspiraciones.
Los calificativos son ecos del pasado y ahora nadie lo puede detener, agregó y dijo que lo ideal sería que no sólo uno diga que quiere participar, sino que haya más aspirantes que lo expresen abiertamente.