Para quienes se negaron a asistir al mitin priísta en que participaría la hija de Francisco Labastida en este municipio, abril fue el último mes en que recibieron los apoyos del Progresa y materiales para la reconstrucción de sus viviendas dañadas por el sismo.
Y es que los ausentes en
aquella reunión del 29 de abril, a la que nunca llegó Rocío Labastida, fueron
borrados de la lista de beneficiarios de ambos programas impulsados por la Sedesol,
por lo que este mes deben ingeniárselas para completar la despensa o para reconstruir su
casa.
Y todo, según asegura el líder
regional del PRD, Antonio Morales Villanueva, porque el presidente municipal, Gregorio
Raúl Flores Rosas, y el coordinador del Progresa, Victoriano Miranda Cortés, cumplieron
su amenaza: Quien se niegue a ir al mitin de la hija menor de nuestro candidato
presidencial se quedara fuera de los programas de apoyo.
Prueba de la palabra de los
funcionarios es Francisco Rivera Hernández. De aspecto indígena y oriundo de
Huajoyuca, narra su impotencia en medio de su pobreza: Cuando llegué a las oficinas
del ayuntamiento a pedir el apoyo mensual para la reparación de mi casa, que amoló el
temblor de hace un año, el señor presidente me dijo que mejor me fuera, porque yo no
asistí al mitin donde iba a estar la hija de Labastida.
En la junta auxiliar de Huajoyuca el
suelo es seco. Algunas casas están abandonadas porque carecen de techo o las bardas
están cuarteadas. Aquí, los apoyos para la reconstrucción de las casas afectadas por el
movimiento telúrico del 15 de junio llegaron a cuentagotas los primeros meses y para
pocas familias. Ahora, los recursos llegan cada mes, y cada vez son menos quienes los
reciben.