Advierten sus militantes que ante sus errores y pugnas internas, el partido se dirige hacia una derrota definitiva
Entrampado en sus propios errores,
el PRI nuevoleonés, prácticamente derrumbado y aniquilado, se aproxima a una nueva
derrota, la definitiva, coinciden prominentes priístas aquí.
A menos de dos meses de que también
sean elegidos aquí 51 alcaldes y diputados locales, el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) enfrenta problemas de imposiciones de candidatos, pleitos internos y,
lo mas grave, acusaciones formales de que recibió entre 1996 y 1997 mas de 23 millones de
pesos del gobierno del estado, lo que le valió una sanción de mas de 46 millones de
pesos y quedarse sin prerrogativas durante los próximos ocho años.
Para Homero Ayala Torres, líder
estatal de la Confederación Regional Obrera y Campesina (CROC), no ha habido cambios ni
aparece el nuevo PRI; se queja de que el candidato a la alcaldía de Monterrey, Leopoldo
Espinosa Benavides, ni siquiera los tomó en cuenta, pues no incluyó a ningún croquista
en la planilla. Alberto Juárez Blancas (el líder nacional de esa central obrera)
me pide que no mendiguemos posiciones. Ya no quiero problemas, allá ellos y su
manejo, aclara.
Espinosa Benavides tuvo que
modificar su planilla para dar paso a dos cetemistas, luego de que Caballero Escamilla,
con casi 30 años al frente de esa central obrera, protestó y aseguró que no apoyaría
al candidato.
Y es que la Confederación de
Trabajadores de México (CTM) apoyaba a Ricardo Cavazos Galván, el director regional del
IMSS, participante en la elección interna y de quien se decía era el candidato oficial.
Por ello, Espinosa Benavides había conformado su equipo sólo con cenopistas.
Las listas de candidatos a diputados
locales y federales ya del conocimiento público fueron cambiadas en algunos nombres, lo
que originó la protesta de Humberto Cervantes Vega, dirigente estatal de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), quien demandó la salida de la
entidad de Humberto Lepe Lepe, delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, al que
acusa de imponer a su gusto candidatos. Días después, alcanzó una candidatura a
legislador federal el líder cenopista.
María Otero, una lideresa de
colonias con 20 años de militancia priísta, tronó hace días contra su partido: acusó
a la dirigencia de engañarla y de ofrecerle una posición de regidora en la planilla de
Monterrey pero no le cumplieron. El resultado, se fue al Partido del Trabajo y se llevó
mas de 2 mil militantes.
Este ha sido uno de los mas
graves errores, se llevó toda la estructura y la gente, le fallaron, fueron injustos y
estos errores hunden cada vez mas al partido, afirma Jesús Siller Rojas, ex
diputado local y federal, ex líder de la Liga de Comunidades Agrarias y ex dirigente
municipal del PRI.
Para el priísta la situación que
atraviesa el PRI aquí es grave y el futuro incierto. No si lo que vaya a pasar, no
hay nada motivante y el partido se apartó de la gente y sus bases, acusa Siller.
César Lucio Coronado, María Elena
Chapa y Jaime Rodríguez Calderón, diputados locales y el último con licencia por ser
candidato a alcalde del municipio de Guadalupe, acusan al coordinador de la diputación
priísta, Óscar Adame Garza, consuegro del gobernador Fernando Canales (panista), de
apoyar mas al PAN que al partido.
Las acusaciones se extienden al ex
gobernador priísta Benjamín Clariond, primo hermano de Canales y socio de un grupo
empresarial (IMSA), a quien responsabilizan de iniciar la debacle del PRI al perder la
entidad y el Congreso, en 1997.
Por si fuera poco, su ex tesorero, Xavier Doria González, se encuentra preso por haber desviado 173 millones del estado a sus arcas personales y colocar cuentas en el extranjero a nombre de dos de sus sirvientas, mientras que hace días se le embargaron otras cuentas por 6 millones de dólares en Suiza.
Y en medio de ese escándalo se
involucra a los ex líderes priístas Horacio del Bosque Dávila, actual secretario de
Desarrollo de Coahuila, y Juan Manuel Paras de haber recibido entre los dos poco mas de 23
millones de pesos del gobierno, lo que les mantiene una denuncia y una investigación
judicial en su contra.
El partido no tiene dinero y no hay
un liderazgo natural como lo tiene el Partido Acción Nacional (PAN) con su gobernador,
además de que esta organizado, por ello el futuro no es nada halagüeño, advirtió
Graciano Bortoni, ex secretario general de Gobierno en la administración de Alfonso
Martínez Domínguez, ex diputado federal y distinguido priísta.