“CORRUPCIÓN EN REVISTA VEHICULAR”

 

Denuncian choferes de taxis, microbuses y combis que los empleados del gobierno ponen “peros”, en busca de dinero extra

 

Transportistas de la ciudad de México denunciaron algunas arbitrariedades y corrupción al momento de presentar el trámite de la Revista Vehicular, mismo que ha tenido una mínima afluencia.

 

En un breve censo que se realizó entre conductores de microbuses, combis y taxis, se constató que es mínimo el número de unidades que han realizado este trámite, debido entre otras cosas, a que no cubren los requisitos necesarios, por lo que esperan al último momento para “sacarlo chueco”.

 

“Hay mucho problema en esto, sobre todo por la corrupción que se da y que nunca se va a acabar, esto es una mina de oro”, declaró Luis Carranza, chofer de un taxi de sitio frente al hotel Fontain.

 

Agregó que si van en persona con su propia unidad, no se los aceptan, y les ponen muchos “peros”, por lo que no tienen otra opción más que volver con las agrupaciones, las cuales “nunca llevan las unidades”. La Revista Vehicular se realiza con el objetivo de procurar la seguridad del usuario, por lo que deben presentarla los propietarios de vehículos de servicio público mercantil, personal y especializado.

 

Consta de dos partes: la revisión vehicular, en la que se supervisa que otros trámites como la tenencia y verificación estén al corriente de pagos; y la revisión al vehículo, donde se verifica que la unidad se encuentre en perfectas condiciones de operar.

 

En este segundo punto, por ejemplo, se revisa entre otras cosas los frenos, que el volante sea de un tamaño standard y no de los pequeños, que las llantas no estén lisas, además de que cada transporte debe contar con un extinguidor.

 

Sin embargo, ninguno de los microbuses en los que este medio supervisó alrededor de 30 contaba con la existencia del extinguidor, lo cual infringe esta regla. El periodo para realizar este trámite era del 16 de octubre al 29 de diciembre del 2000, pero se concedió una prórroga hasta el 31 de marzo de este año.

 

Pese a ello, del padrón de taxis registrado en la capital del país, 103 mil 694, sólo un 27 por ciento ha pasado por la revisión; caso similar es el de los microbuses, que son alrededor de 300 mil vehículos, de los cuales un aproximado de 3 mil 500 son los que han cumplido con el trámite.

 

Las razones varían: no hay tiempo, no tengo dinero, todavía no se me vence el seguro y tengo que esperar la póliza, la agrupación lo realiza por eso no me preocupo; esto sin mencionar que si lo “arreglan” a través de las rutas o agrupaciones, sólo pagan el costo del trámite y se ahorran los gastos de compostura o revisión de su unidad.

 

Hay quienes en cuatro años de manejar un transporte de servicio público nunca lo han llevado a la revisión vehicular, como el caso de Ernesto García, chofer de una combi de la Ruta 24, quien comenta que todo se hace a través de la ruta, sólo entregan sus papeles y después les dicen “de cuanto va a ser”, dan el dinero y les entregan el engomado.

 

“Todo se hace por flotillas la mayoría de veces, no se cómo vaya a estar ahorita. A mí en lo personal me gustaría que hiciéramos la revista en algún lugar que nos dijera el gobierno, así habría más control y tendríamos más presión para tener la unidad bien, porque cuando vienen los inspectores a la base, para revisar, se les da una lana y ya”, explica al momento de sugerir una posible solución al problema de corruptelas.