TIJUANA, B.C.- Las convenciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para elegir a candidatos a senador derivaron en golpes, insultos y pedradas en Baja California y el Estado de México, luego de que los militantes acusan a sus dirigentes locales de usar la técnica del "dedazo" para dicho proceso.
En medio de insultos, golpes, proyectiles y de un operativo de seguridad, fue obligado a salir por furibundos militantes el presidente estatal del PRI en Baja California, Fernando Castro Trenti, cuando intentaba iniciar la convención con la que elegirían a sus candidatos a senador por esta Entidad.
Mientras que la respuesta de cientos de priístas en el Estado de México, a la nominación de candidatos al Senado, por el método del "dedazo", fue a golpes y pedradas.
Los protagonistas de la zacapela fueron priístas de los municipios de Ecatepec, San Bartolo, Acambay e Ixtapaluca.
En Mexicali, Baja California, las hostilidades estuvieron presentes en todo momento desde que corrió la versión de que existían líneas a nivel central para favorecer la fórmula integrada por el diputado local, Jaime Martínez Veloz y el profesor Roberto Pérez de Alba.
Mientras que la otra fórmula que conformaban el empresario tijuanense Carlos Bustamante Anchondo y el ex director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, Antonio Meza Estrada, aparentemente contaban con una gran mayoría de la simpatía de los priístas en Baja California.
A pesar de que los discursos oficiales se pronunciaban por que la democracia existe en Baja California, única Entidad donde se registraron dos planillas, las bases aseguraban que se trataba de una rebelión de priístas que no estaban de acuerdo con una imposición del centro, alegando que el candidato presidencial Francisco Labastida les había ofrecido un proceso limpio y democrático.
La convención estaba programada a las 17:00 horas -tiempo local- pero hasta las 20:00 no se iniciaba, en virtud de que centenares de priístas se quedaron sin registro, no obstante que horas antes se les había asegurado que habían sido acreditados como delegados.
Molestos, derribaron una de las puertas del salón Aragón e ingresaron violentamente. Ya adentro se calentaron los ánimos, al percatarse que existían credenciales para delegados que superaban la cantidad de mil, cuando la convocatoria establece que tendrían que ser tan sólo 832.
Algunos priístas demandaron irritados que se les tomara en consideración e incluso el ex diputado local y ex dirigente estatal de la CNOP se lío a golpes en el templete, con algunos priístas; en tanto que el dirigente estatal fue retirado momentáneamente por tres elementos de seguridad que lo custodiaron en todo momento, para evitar alguna agresión.
Los más de mil priístas ya sin control, se dividieron en bandos y mientras unos lanzan por los aires las urnas, otros se enfrentaban a empujones y a gritos con otros líderes.
Castro fue llevado nerviosamente por sus elementos de seguridad y colaboradores cercanos hacia la puerta del salón, pero su "huida" fue acompañada de golpes, vasos con líquidos y diversos proyectiles que lo llegaron a impactar.
En el Estado de México, el enfrentamiento, entre casi 100 personas, fue al interior de la sede del Revolucionario Institucional, lugar donde sesiona la Comisión interna para la elección de candidatos al Senado.
No conformes con un primer enfrentamiento, diversos grupos de priístas que demandan se lleve a cabo una consulta a la base y no por imposición para la elección de candidatos, protagonizaron un segundo enfrentamiento. Los enardecidos priístas rompieron vidrios, tiraron vallas y realizaron pintas al inmueble.
Los rijosos que emplearon desde palos, piedras y hasta botes fueron controlados por personal de seguridad del tricolor con gases lacrimógenos.