TELLO PEÓN: DOS DÉCADAS AL SERVICIO DEL ESPIONAJE

 

Revela Eduardo Valle, ex asesor de la PGR, que todos los días se entregaba en la dependencia un reporte de grabaciones de llamadas telefónicas interceptadas

 

Formado en universidades públicas como ingeniero hidráulico, Jorge Tello Peón ha sido una pieza clave en las tareas de inteligencia y espionaje del sistema mexicano durante las últimas dos décadas.

 

Ha estado bajo las órdenes de los ex secretarios de Gobernación Manuel Bartlett Díaz, Fernando Gutiérrez Barrios, Jorge Carpizo McGregor y actualmente con Diódoro Carrasco Altamirano.

 

Tanto en la Secretaría de Gobernación como en la Procuraduría General de la República (PGR) Tello ha desempeñado puestos en los que se lleva a cabo la intervención de líneas telefónicas, espionaje, seguimiento a personajes de la vida política, religiosa, empresarial, así como de miembros de organizaciones criminales. “¡Que no se hagan locos!”, señala Eduardo Valle, ex asesor de la PGR en el sexenio pasado ante el rechazo de Tello que los órganos de gobierno lleven a cabo espionaje; “todos los días nos entregaban en la PGR un reporte de las grabaciones efectuadas por el equipo de Tello ex director general del Centro de Planeación para el Control de Drogas”.

 

Desde 1982, Tello Peón se integró al área de seguridad Nacional en Gobernación, al grado que en 1987 se convirtió en subdirector de Desarrollo Tecnológico de la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional.

 

Posteriormente se desempeñó como director de Servicios Técnicos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (1989-1990), hasta que pasó a la PGR como coordinador de asesores en la dirección de Atención a Delitos contra la Salud.

 

Posteriormente, con Jorge Carpizo se convirtió en director general del Centro de Planeación para el Control de Drogas (1991-1993) para luego pasar a la Secretaría de Gobernación con Jorge Carpizo como coordinador y director general del Cisen, donde permaneció hasta 1999. Actualmente, ostenta el cargo de subsecretario de Seguridad Pública y Readaptación Social.

 

De acuerdo con Eduardo Valle, desde el Centro de Planeación para el Control de Drogas donde Tello Peón fue titular, se realizaban actividades de espionaje relacionadas con movimientos de narcotraficantes, sus familiares, abogados y contactos de los grupos delictivos, y todos los días se entregaba a los funcionarios de primer nivel una copia de las llamadas telefónicas interceptadas. “Había teléfonos intervenidos de manera sistemática”, agregó Valle.

 

En relación con este tema, el analista político radicado en Estados Unidos expuso que realizar este tipo de actividades es una función institucional y vital de cualquier aparato de inteligencia en el mundo.

 

En el caso de los materiales que trabajaba tanto Tello Peón como el actual director del Cisen, Alejandro Alegre, sólo un mínimo porcentaje se refería a asuntos de investigación y pocas veces aportaban información para la realización de operativos policiacos.

 

Estos, dijo Valle, son métodos a los que el Estado no puede renunciar en la práctica; “puede limitarlos, darles credibilidad, seguridad jurídica, pero no puede dejar de ponerlos en práctica”.

 

Afirmó que en el marco del cambio de gobierno, será necesario dar normatividad, regulación y origen legítimo a los órganos de inteligencia, pero nadie puede decir que estos instrumentos no existen, pues forman parte de la actual estructura del gobierno.