HAY 407 DENUNCIAS POR USO
ELECTORAL DE PLANES SOCIALES
Los que acumularon más acusaciones, Progresa, Procampo, Alianza para el Campo, Diconsa y Liconsa
La Comisión Especial de la Cámara
de Diputados encargada de verificar que no se desviaran recursos públicos federales en el
proceso electoral del año 2000 dio a conocer su informe final, en el que destaca que los
programas sociales más denunciados fueron Progresa, Procampo, Alianza para el Campo,
Diconsa, Liconsa y Crédito a la Palabra.
Reporta que del total de 877
denuncias formalmente presentadas frente a esta Comisión Especial 2000, sólo a 407 se
les canalizó a los organismos respectivos para dar trámite legal, mientras que las 385
restantes fueron desechadas por no reunir los requisitos correspondientes.
De acuerdo con la Gaceta
Parlamentaria, los estados que reportaron mayor número de hechos fueron Michoacán, con
71; estado de México, con 59; Puebla, con 39, y Veracruz, con 37.
En cuanto a las dependencias u organismos más denunciados fueron la Secretaría de Desarrollo Social, Sagar, Pemex, IMSS, Sepomex, Semarnap, Corett, Conagua, Secretaría de Relaciones Exteriores, ISSSTE, Comisión Federal de Electricidad, SDN, Secofi, Infonavit y el DIF.
Y aunque sin especificar nombres,
señala que también fueron denunciados varios gobernadores, funcionarios de las tres
esferas de gobierno, representantes populares y candidatos a puestos de representación
popular.
En el informe acusan además al coordinador del grupo parlamentario del Revolucionario Institucional, Enrique Jackson Jiménez, de retrasar el trabajo de esta comisión intencionalmente en trámites administrativos.
Las conclusiones de este informe
final sostienen que la negativa a la vigilancia y prevención del uso de recursos
públicos con fines electorales por parte de autoridades gubernamentales en todos los
niveles es el resultado de la costumbre de utilizar los programas sociales para beneficio
del PRI, siendo en repetidas ocasiones éstos los mejores medios para hacer
proselitismo a favor de sus candidatos. La creación de esta comisión,
destacan, fue útil para inhibir las acciones de los servidores públicos, sobre todo
encaminados a desviar los recursos públicos en apoyo de algún candidato o partido
político.
No obstante, las investigaciones
aún continúan y una vez que se tenga el resultado final de las mismas, la comisión se
comprometió a dar seguimiento con el objeto de que estas acciones ilícitas se prevengan
y se sancionen tanto por el Poder Legislativo, como por los poderes Judicial y Ejecutivo,
porque así lo reclama, dicen, el nuevo escenario de la democracia mexicana.