La abrumadora mayoría del pueblo mexicano aplaudió aprobando totalmente la estratégica, efectiva y necesaria acción por la cual se recuperaron las instalaciones de la UNAM, llegando de nuevo la luz de la esperanza, aunque se tuvo que detener a 750 paristas, algunos delincuentes, otros estudiantes manipulados, pero entre todos, tenían secuestrada a nuestra máxima Casa de Estudios por cerca de 10 meses.
Esta acción se realizó obedeciendo una orden de una juez, que indicaba que se debían recuperar las instalaciones, lo que se llevó a cabo por medio de un operativo de la Policía Federal Preventiva dentro de la ley, respetuoso, restaurando el estado de Derecho.
Esto fue sin ningún acto de violencia, lo admirable es que sucedió, sin el mínimo derramamiento de sangre.
Este desalojo ocurrió después de todas las pláticas y "diálogos" que se tuvieron y que resultaron ¡totalmente infructuosas! Ya que los paristas con su posición de intolerancia, hasta desconocieron el plebiscito arrollador, poniéndose evidentemente en contra de la democracia que dicen "defender".
Es mandatorio mencionar, que el rector y su equipo de asesores manejaron espléndidamente todo el desarrollo del conflicto y las posibles soluciones.
La solución se inicia con la intervención obligatoria de la policía federal preventiva, que no fue lo ideal, fue simplemente necesaria.
Lo trascendental, lo importante y triste, ¡es que estos casi diez meses pusieron en evidencia a nuestra máxima Casa de Estudios, y el verdadero nivel de calidad educativa y cultural que sustenta y que tenemos en nuestro país!
¿Realmente estamos para llorar?
El gran reto será:
1) ¿Cómo restaurar la comunidad universitaria?
2) Reparar los daños físicos, actualizando el equipo y las instalaciones, y lo más importante:
3) ¿Cómo reestructurar, construir y hacer surgir de las cenizas una verdadera calidad académica y lograr la indispensable credibilidad y que la UNAM produzca los profesionales capaces que necesita México en las diferentes áreas para tener esa competitividad necesaria e indispensable y poder sobrevivir en esa irremediable apertura y globalización en que ya estamos inmersos, sin retorno?
Realmente este es otro tema muy diferente a lo que causó el paro y a lo que se discutía, ya que a nadie de los paristas siquiera les pasó por su agotado y desviado cerebro, el problema de la calidad académica de la UNAM; eran sólo peticiones y acciones manipuladas; y al final, lo absurdo: querían reinstalar algo que en todo el mundo pasó de moda, pues demostró su ineficacia y su total fracaso, como es el marxismo, maoísmo, comunismo, etc.
¿A dónde vas Rosario?, ¡tan bien que iba!, le mostró a Cuauhtémoc cómo se gobierna en el D.F., (CUALQUIERA LO HARÍA)
Pero ahora, ¿qué pasó? "¡Se le fue el avión!" ¿se le "botó la canica"?
Dónde han visto ustedes a un Alcalde de una ciudad tan importante como Ciudad de México, que exhorte a los familiares y compañeros de los delincuentes, subversivos, vándalos y saboteadores probados, confesos y consignados, a que se manifiesten exigiendo que las autoridades no cumplan con su deber y liberen a los delincuentes (están consignados 85 por delitos que se persiguen de oficio) (ya soltaron a 579, pobres estudiantes "manipulados").
¡Y ella dando ese ejemplo!
¿Qué pasó Rosario? (¿recuerdos del 68?).
¿Y luego Cuauhtémoc?, el flamante candidato perredista, haciendo gala de su madurez, "sapiencia, patriotismo y quehacer" político, también manifestándose a favor del delito, del desorden, de la subversión, ¿y así cree que va a ganar votos?, se están exhibiendo él y su tribu, realmente como espíritus menores, muy menores, ¡"allá ellos"! Burros que creen que su PRD está primero que México.