Confía el titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en que la legalidad caracterizará la sentencia dictada a los indiciados
Luis de la Barreda Solórzano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), confió en que el juez 55 penal del Reclusorio Preventivo Oriente, Rafael Santa Ana Solano, dictará sentencia con estricto apego a la ley en el proceso penal instruido a los seis involucrados en el homicidio de Francisco Stanley. Ratificó que de acuerdo con las investigaciones realizadas por la CDHDF, Paola Durante Ochoa debe ser exonerada, pues fue víctima de una terrible injusticia.
Durante el proceso penal, dijo el ombudsman capitalino, se exhibió al ex procurador Samuel del Villar como una persona resentida que permitió la fabricación de pruebas, la inducción de testigos y autorizó visitas indebidas de funcionarios de la PGJDF en diversos penales para que presionaran a Luis Gabriel Valencia López.
Estoy convencido, dijo, que el juez actuará conforme a la ley, pues tiene buenos antecedentes, a diferencia de Rafael Guerra Álvarez, a quien calificó como juez de consigna al servicio de la PGJDF y por ello su remoción de la instancia judicial fue favorable, apuntó.
En entrevista durante la celebración del quinto aniversario de la Casa del Árbol, Luis de la Barreda señaló que la CDHDF hizo todo los posible dentro de los tiempos procesales para solicitar el sobreseimiento de la causa penal instruida contra Paola Durante a través de la recomendación 2/2000, sin embargo ahora la decisión final será del juez.
Paola Durante, abundó, ha pasado año y medio en el Reclusorio Preventivo Femenil Oriente y ese tiempo nadie se lo repondrá, es víctima de una terrible injusticia, reiteró.
Manifestó que la CDHDF estará pendiente de la resolución que emita el juez Santa Ana Solano cuyo término legal para emitir la sentencia vence el próximo 25 de enero.
Durante la celebración, el titular de la CDHDF se pronunció en favor de que se inculque entre los menores de edad el respeto a la dignidad, a los derechos humanos y a las garantías individuales de todos los mexicanos, tal y como lo ha hecho la Casa del Árbol en sus cinco años de existencia y la cual fue sido visitada el año pasado por más de medio millón de personas.