ILEGALIDAD TAJANTE

“DESPLIEGA PRD A CINCO MIL BRIGADISTAS CAZAMAPACHES”

 

Con cinco mil brigadistas, el Partido de la Revolución Democrática desplegó la “operación cazamapaches” e instaló retenes en diversos municipios del interior de la entidad, fundamentalmente en los que gobierna, para realizar “arrestos ciudadanos” de quienes presumen delincuentes electorales priistas, denunció el secretario general del PRI tabasqueño, Juan Molina Becerra.

 

Por su lado, el secretario general del CEN del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, acusó que dependencias del gobierno estatal han apoyado al candidato del PRI a la gubernatura, Manuel Andrade Díaz, e incluso ayer viajó al Distrito Federal para, dijo, entregar a la Mesa de Negociación instalada en la Secretaría de Gobernación pruebas del “tráfico de influencias”.

 

Así, cerradas las campañas, concluido el periodo legal y formal de los aspirantes al gobierno de Tabasco para hacer proselitismo, el clima preelectoral se desarrolla entre versiones encontradas, acusaciones mutuas PRI-PRD de pretender reventar a la elección del domingo próximo, esquema del que el aspirante del PAN, Lucio Galileo Lastra Marín, quiere sacar provecho e incluso invitó a sus seguidores a convencer a priistas y perredistas para que voten por él.

 

En este contexto, hizo ruido la destitución de Fernando Valenzuela Pernas, como coordinador de asesores del Instituto Electoral de Tabasco, porque si el presidente del organismo, Estalin Velásquez León, lo fundamentó en “abandono de trabajo”, el afectado le dio cariz político e incluso vinculó su despido con el proceso electoral.

 

Lo cierto es que, imposibilitados para hacer proselitismo, dirigentes de los partidos contendientes han acudido al seguimiento de las declaraciones de uno y otro, en busca de elementos para denunciarlos como delitos electorales. En el caso del PRI, las acusaciones perredistas han carecido de fundamento documental, e incluso Zambrano Grijalva no ofreció públicamente las pruebas que dice presentará ante la mesa de negociación.

 

En contraparte, el secretario general del PRI tabasqueño, el diputado local Juan Molina Becerra, sostuvo que en los municipios de Cárdenas, Comalcalco, Jalpa de Méndez, Jonuta y Paraíso, se han instalado retenes -lo mismo con un laso que con vehículos o grupos de perredistas-para detener, interrogar y revisar a priistas en busca de pruebas de que son “mapaches” y preparan el fraude de la elección del domingo próximo.

 

Lorena Villavicencio, representante suplente del PRD ante el Consejo Estatal Electoral, y Zambrano Grijalva rechazaron la acusación, más no presentaron pruebas de descargo contra la denuncia que oficialmente fue interpuesta, como denuncia de hechos, ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales.

 

Al respecto, Molina Becerra recordó que en la denuncia están documentados casos que la respaldan y, en conferencia de prensa, sostuvo que “estas acciones no representan más que actos hipócritas.

 

“Los perredistas no pueden impunemente realizar, como dicen, “arrestos ciudadanos” por la simple sospecha de que sus detenidos pueden ser delincuentes electorales; tampoco son jueces para condenar a nadie y hacerse justicia por propia mano”.

 

Por tanto, llamó a la dirigencia nacional y estatal del PRD, al candidato de la Alianza por Tabasco, Raúl Ojeda Zubieta, y a los cinco alcaldes perredistas a “que retornen a la legalidad y que no promuevan la violencia”.Proceso

 

El clima preelectoral se desarrolla entre un ambiente de acusaciones

 

La denuncia administrativa

 

La “queja administrativa” que, ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales, que presentó Lorena Villavicencio Ayala, representante suplente del PRD en el Consejo Electoral Estatal, el PRI le respondió que es una versión producto de la mala lectura que el perredismo hizo del discurso de Manuel Andrade Díaz, pronunciado hace tres días en su cierre de campaña.

 

De acuerdo con la queja, Andrade Díaz habría convocado a los ciudadanos tabasqueños a reunirse el domingo próximo, a partir de las cuatro de la tarde, para celebrar el triunfo en la Plaza de la Revolución, lo que habría constituido violación a lo previsto en el artículo 185, párrafo segundo, en relación con el artículo 176 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del estado de Tabasco. (M.S. y E. V.)

 

Presentó PRI otras 8 quejas por delitos electorales

 

El PRI tabasqueño presentó anoche ocho demandas más contra el PRD, por la presunta comisión de delitos electorales en los municipios de Jalpa de Méndez, Centla, Teapa, Jalapa, Comalcalco y Centro. Entre las demandas, se amplió la relacionada con los retenes instalados por perredistas, y se aportaron pruebas testimoniales, fotográficas y videograbadas.

 

Las pruebas fueron aportadas por Justo Díaz del Castillo, representante jurídico del Partido Revolucionario en esta entidad, ante la agencia del Ministerio Público Especializado en Delitos Electorales, e informó que algunas denuncias se presentarán ante el MP del fuero común, por agresiones con arma blanca.

 

En el fundamento de las ocho demandas, que hasta anoche suman 17 contra el PRD por la presunta comisión de delitos electorales, se puntualiza como actividad ilegal a la de los retenes, encabezada por alcaldes y la policía de los municipios que gobierna el PRD, “que se muestran como cabeza de grupo y piden que se catee a quienes transitan por los cruceros y puntos estratégicos, para ver si llevan propaganda o realizan proselitismo”.

 

El director del Centro Estatal de Defensa Jurídica del Voto, Félix Heladio Sarracino Acuña, que acompañó a Díaz del Castillo ante la autoridad judicial, pidió que se investigue a los alcaldes de los municipios citados, como instigadores, organizadores y planeadores de estas actividades ilícitas, así como a César Raúl Ojeda, Enrique Fernández Valdés, dirigente estatal del PRD, Lorena Villavicencio y a miembros de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática.

 

 

Artículo 11 Constitucional

 

“Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta deseguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el país”.