TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) detuvo a 17 militantes del PRD involucrados en la quema de urnas electorales en el municipio de San Fernando, donde además resultaron, por lo menos, cuatro personas lesionadas.

El procurador Mariano Herrán Salvatti aseguró que los hechos violentos fueron encabezados por la ex candidata del PRD a la alcaldía, Lidia Paniagua Pérez.

Explicó que la ex candidata y un grupo de partidarios inconformes quemaron las urnas, luego de que se habían terminado de contabilizar los votos de por lo menos 15 de ellas.

Herrán Salvatti precisó que fue necesario que efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública acordonaran las instalaciones del Consejo Municipal Electoral para resguardar la paquetería comicial.

Indicó que la paquetería que fue quemada ya había sido contabilizada, por lo que el incidente no produjo alteración en los resultados.

De acuerdo con la PGJE en el enfrentamiento se registró un lesionado con quemaduras de segundo grado, pero según los pobladores en la zacapela hubo por lo menos cuatro heridos, entre ellos la ex candidata del PRD, Lidia Paniagua Pérez, su hermano Rogelio y los priístas Hugo Hernández y Carlos Arévalo.

La PGJE informó que fueron detenidos 17 de los manifestantes por los supuestos delitos de lesiones, daños por incendio, faltas en materia electoral y atentados contra la paz, la integridad corporal y patrimonial de la colectividad y del estado.

El secretario general de Gobierno, Emilio Zebadúa, dijo que en los municipios de Suchiate, Frontera Hidalgo, Cacahoatán y Tapachula se registraron pequeños incidentes postelectorales, que serán resueltos en las próximas horas a través del diálogo y la concertación dentro de la ley.

El PAN y el PRD revisan las pruebas sobre las irregularidades presentadas durante la jornada electoral del pasado domingo, con el propósito de interponer los recursos de inconformidad ante el Tribunal Estatal Electoral.

Enrique Navarro Flores, secretario del Comité Estatal del PAN, señaló que en Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo y otros municipios, el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades que fueron desde la compra del voto hasta el empleo de recursos humanos y materiales del gobierno de Tamaulipas en apoyo del PRI y sus candidatos.