Un módulo de atención
ciudadana fue utilizado por un diputado del PRD para vender despensas con la propaganda de
su partido; con
ello violan acuerdo firmado en octubre de 1997
Después de dos años de haberse
conformado, los módulos de atención ciudadana de la Asamblea Legislativa no cumplen al
100 por ciento con su función; la venta de despensas y la
presencia de propaganda proselitista son tan sólo algunas de las irregularidades que EL
UNIVERSAL pudo comprobar.
Con un costo de 18 pesos, en el módulo del diputado perredista Guillermo Hernández Reyes se puede comprar la despensa que incluye un kilo de arroz, uno de fríjol, un paquete de pasta y un litro de aceite, junto con la respectiva propaganda de candidatos de ese partido.
Además de los alimentos y las
lámparas para el exterior de las casas, que venden en 460 pesos y cuya instalación es
gratuita, también se observa el trabajo proselitista que llevan a cabo en ese lugar. En
el módulo había volantes y anuncios sobre los candidatos de la octava Convención
Nacional y de la sexta Convención Estatal.
Labores proselitistas
Con base en el acuerdo firmado el 29
de octubre de 1997, entre las fracciones de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), se
prohíbe utilizar los módulos con fines partidistas.
Sin embargo, además de las
despensas y la propaganda mencionada, adentro del citado inmueble también hay un logotipo
del PRD. De hecho, es bajo el nombre de este partido como los vecinos lo reconocen.
Al respecto, cabe mencionar que
durante un recorrido que realizó EL UNIVERSAL por los diversos módulos, resaltó el
escaso conocimiento que los ciudadanos tienen acerca de su presencia y funcionamiento. No
obstante, para el presidente del Comité de atención, Orientación y Quejas Ciudadanas de
la ALDF, Esteban Daniel Martínez Enríquez, el balance de su función se considera
positivo, al llevar un registro de 185 mil 905 casos desde febrero del 98.
Ante la venta de las despensas, el
legislador perredista criticó que se haga en las instalaciones del módulo, aunque dudó
que ésta se financie con recursos de la Asamblea, pues el presupuesto del 2000, de
aproximadamente 42 mil pesos distribuidos de manera equitativa apenas alcanza para pagar
los servicios y el personal, y todos los gastos están perfectamente etiquetados,
aseguró.
Explicó que aunque no existe una
sanción establecida para los diputados que hagan uso indebido de los módulos, habrá un
llamado de atención, y la Comisión de Gobierno de la ALDF estudiara el castigo al que
podría ser acreedor el responsable.
Reconoció que la venta de esas despensas puede responder a los problemas económicos que vive la población, por lo que consideró positivo que si tienen los recursos propios para hacerlo, lo hagan, pero no en los módulos, pues esa no es una tarea de la ALDF.
A pesar de que en la mayoría de
esas oficinas se brinda asesoría inmediata y se muestra interés por atender las demandas
de la población, algunos salen de esta norma.
Horas de trabajo
El horario de atención es uno de
los problemas con que deben enfrentarse los vecinos que buscan ayuda, pues, por ejemplo,
el de Elva Martha García Rocha nunca tiene abiertas las cortinas metálicas, según los
propios colonos, por lo que muchos llegan a pensar que no funciona.
Si alguien llega y toca el timbre de
una puerta lateral, puede haber alguna persona que lo reciba, aunque no siempre se corre
con esa suerte, como sucedió a EL UNIVERSAL, El Gran Diario Independiente de
México, el pasado jueves, dentro del horario indicado por una de las empleadas.
En el de Antonio Padierna Luna,
destacó la presencia de dos vigilantes policíacos, uno adentro y otro afuera (éste con
un arma larga).
Aquí, bajo el argumento de que no
estaban los asesores, se negó la entrada, mientras que en todos los demás se ofrece
pasar o localizarlos urgentemente.
Por su parte, el módulo del
diputado Martí Batres no se ubica en la dirección referida en el directorio que se
ofrece a la gente sobre los 66 módulos.
Según trabajadores del domicilio
señalado en la calle Cacaxtla, en la colonia Letran Valle, desde hace aproximadamente
medio año ya no se encuentra ahí el módulo.
Resaltó que los vecinos de esa
calle ni siquiera saben que alguna vez hubo servicios de orientación y quejas ciudadanas
en ese sitio.
Asimismo, un grupo de habitantes de
Álvaro Obregón se quejó de que al ir en busca de ayuda al módulo de Armando Salinas
Torre, la atención fue por demás burocrática.
Creados con la oposición de los
partidos del PRI, PAN y PVEM, los módulos de atención ciudadana han servido, en algunos
casos, como bodegas para resguardar propaganda política de algunos diputados locales que
aspiran a algún otro cargo de representación popular. En el caso del diputado panista
Arne Aus den Ruthen, quien aspira a jefe delegacional de Miguel Hidalgo, trascendió que
su módulo sirve para guardar su propaganda.
El caso de leche Betty
también, en febrero del año pasado se registró el caso de que diputados locales del PRD, a través de sus módulos, difundían la venta de la leche Betty, que de acuerdo con el Departamento de Control de Calidad contenía bacterias que se encontraban en la materia fecal, principales causantes de enfermedades gastrointestinales.
La mayoría de los diputados locales
del PRD pertenecen a diversas organizaciones sociales de filiación perredista, las cuales repartían este tipo de
leche y despensas a módicos precios. En aquel entonces, los legisladores argumentaron que
ellos no hacían mal uso de sus módulos, porque estas organizaciones eran las
responsables de repartirla.
La semana pasada se suscitó otro caso en la delegación Tlalpan, cuando fueron descubiertos integrantes de la organización Benita Galeana, distribuyendo despensas por 25 pesos con un cuadernillo del informe de labores de Martí Batres, quien posteriormente se desligó de este tipo de practicas.
Al respecto, Esteban Daniel
Martínez Enríquez puntualizó que en ese caso no se cometía ninguna violación, pues la
venta no se hacía al interior de su módulo.
También, el año pasado se
registraron varios casos en los que los anuncios de los módulos tenían los colores
amarillo y negro, los cuales caracterizan el logo del PRD.
Cuando fueron inaugurados, la
oposición votó en contra de las reformas a la Ley Orgánica de la ALDF, que creaba por
primera vez esta estructura, para cumplir con la facultad que tenían los legisladores
para gestionar las demandas de la población. Sin embargo, en aquel entonces el PRI, PAN y
PVEM advirtieron que podrían servir para fines electorales.