EN LA GESTIÓN CÁRDENAS-ROBLES, CAOS EN COMUNICACIÓN SOCIAL

 

Hubo sobreejercicios, pago de servicios sin contrato, se descuidó el control de bienes, se publicitó a empresas particulares, entre otras irregularidades detectadas en auditorías

 

Durante 1999, la Dirección de Comunicación Social del GDF registró un caos administrativo en el manejo de sus recursos: pagó servicios sin contrato, no elaboró un manual administrativo, ejerció recursos del fondo revolvente para el pago de alimentos de funcionarios.

 

Además, no tuvo un adecuado control de los bienes a su cargo, sobreejerció recursos en la partida de asesorías y publicitó a empresas particulares, entre muchas otras anomalías.

 

Las auditorías revelaron por ejemplo que en 1999 la DGCS pagó al menos ocho cuentas por liquidar certificadas —una de ellas a la empresa Publicorp, por 97 mil 700 pesos— por un estudio de opinión del cual jamás se elaboró un contrato.

 

La explicación que dieron los funcionarios del área al momento de hacer las compulsas de la documentación fue que “no se pudieron elaborar debido a la premura de tiempo, por lo que sólo se elaboró solicitud de servicio”.

 

De acuerdo con otros resultados de la revisión, la DGCS nunca elaboró un manual administrativo para tener en orden la oficina a pesar de que la estructura funcional se cambió desde el 24 de abril de 1998. Por ley sólo tenía 20 días para hacerlo.

 

En cuanto al manejo líquido de recursos, se descubrió un sobreejercicio por 247 mil 800 pesos en la partida 2201 “Alimentación de Personas”, ya que los funcionarios se excedieron en los pagos de restaurantes ubicados en las colonias Asturias, Condesa, del Valle, Roma, Chapultepec Morales, Xoco, Santa Fe, Nápoles, Insurgentes, Guadalupe Inn, Juárez, Ex Hacienda de Coapa y Jardines del Pedregal, “las cuales no se ubican en la periferia del área administrativa”.

 

Otra de las anomalías de esta área fue que se emplearon para estas comidas recursos del fondo revolvente, cuando este, por ley, sólo puede ser empleado en emergencias, aunado a que hubo 420 consumos realizados fuera del horario de trabajo los funcionarios que los hicieron.

 

En la partida 3301 “Asesoría”, la DGCS violó las disposiciones de austeridad pues se sobregiró en un millón 503 mil pesos, ya que su presupuesto original era de seis millones 871 mil pesos.

 

En el rubro de gastos de propaganda, la Contaduría detectó que Comunicación Social pagó inserciones a un medio escrito por 252 mil pesos para publicitar la Ofrenda del Milenio, pero incluyó los logotipos de la empresa Alpura y de la Cámara de la Industria Panificadora, sin que hubiera un convenio de por medio, lo cual representó una violación al Reglamento Interior de la Administración Pública.

 

La CMH hizo también una revisión de la partida “Bienes Muebles e Inmuebles” y detectó que se habían comprado 275 bienes muebles, pero en un principio sólo pudo comprobar la existencia física de 103, es decir el 37 por ciento del total.

 

En la verificación no localizó ocho escritorios de computadora, 13 grabadoras y dos impresoras con un valor total de 30.1 miles de pesos; además un snake de 12 canales y tres juegos de bocinas de computadora.

 

Tras hacerle los señalamientos a los encargados de resguardar el inventario, fueron presentados 48 bienes más a los que supuestamente se les había desprendido la etiqueta de inventario.

 

Este hecho representó una violación a las normas generales de la Dirección General de Resguardo. Fue en la compulsa posterior cuando la DGCS aseguró que los bienes que faltaban ya habían a aparecido y los contemplaría en su próximo inventario.

 

De la auditoría al área de Comunicación Social resultaron 13 recomendaciones relacionadas con el manejo administrativo del ente auditado, mismas que deberá observar la DGCS para el próximo ejercicio presupuestal.