DEFENDÍA GDF PROYECTO PROPIO EN TEXCOCO.

Pretendía instalar ahí un nuevo relleno sanitario, según un estudio encargado por Cárdenas

El gobierno del Distrito Federal rechazó el proyecto de Texcoco para la instalación del nuevo aeropuerto, pues en dicho terreno pretende construir el nuevo relleno sanitario de la ciudad de México.

Ramón Ojeda Mestre, integrante de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, dijo que entregó a los diputados que conforman la actual legislatura local la información relativa a dicho proyecto.

Sin embargo, Gerardo Cruishank, responsable del rescate del lago de Texcoco desde hace más de 30 años, rechazó la propuesta del GDF para realizar la quinta etapa del relleno sanitario Bordo Poniente en esa zona.

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Diputados priistas cuestionaron al jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, por no explicar las causas reales de su rechazo a la construcción del aeropuerto internacional alterno en el ex vaso de Texcoco.

En tanto, el presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, Jesús Orozco Alfaro, consideró que la situación que enfrenta la industria aérea estadunidense en nada perjudica a la resolución de dónde se construirá dicha terminal alterna, es imperativo no retrasarla más.

Empero, para diputados del Partido Revolucionario Institucional, entre ellos Librado Treviño Gutiérrez y Ney González Sánchez, es cuestionable que López Obrador haya ocultado el estudio solicitado en 1998 para construir un megatiradero de basura en terrenos del ex vaso de Texcoco.

El viernes último, Crónica publicó la información relacionada con el Estudio sobre el Manejo de Residuos Sólidos para la Ciudad de México, que recomienda la construcción de dicho tiradero en un área aproximada de 256 hectáreas.

Sin embargo, precisamente esos son los terrenos que ha propuesto el gobierno mexiquense para la construcción del aeropuerto internacional alterno de la capital del país, lo que no aludió el jefe de gobierno capitalino al oponerse a este proyecto denominado Nuevo Texcoco.

 

Así, los diputados priistas estimaron que seguramente López Obrador se opuso al proyecto porque, de acuerdo con el resultado del estudio realizado por la compañía Kokusai Kogyo Co. Ltd., no se han cumplido las metas establecidas con carácter prioritario, como la expansión vertical del Bordo Poniente IV y la instalación de colectores de lixiviados en el Bordo Poniente, en esa zona del ex vaso de Texcoco.

Es posible que esta sea la explicación de la postura de López Obrador, contraria a la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, toda vez que el estudio solicitado a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) —del que por parte de México fue responsable Raúl Sergio Cuéllar Salinas—, precisa que de no realizarse los proyectos y recomendaciones del Plan Maestro, los recursos y tiempo invertidos serán vanos.

Por ello, comentó Treviño Gutiérrez, es paradójico que el Gobierno del Distrito Federal, que ha criticado la construcción del aeropuerto en el ex vaso de Texcoco, haya ocultado que cuenta con un proyecto para convertir los terrenos en un basurero, con las consecuencias ambientales que ello provocaría para los habitantes de la capital del país.

Además, a López Obrador le falta un requisito para concretar dicho proyecto del mega basurero: contar con la anuencia del gobierno del estado de México que, por su parte, tiene otros elementos de peso, fundados en estudios ambientales e hidrológicos, que no respaldan la construcción del tiradero.